Capítulo 14:
Fero y compañía llegaron hasta el almacén, con el chico encabezando el grupo mientras sujetaba al demen. Se encontraban frente a un gran local abandonado y oxidado en medio de una explanada oscura y sombría, en la que apenas había farolas que iluminaran la calle, pues nadie ya se pasaba por allí.
Juny: Este sitio está demasiado oscuro para mi gusto...
Fero: Vamos.
Fero avanzó hacia la puerta del almacén abandonado, pero antes de que tocara la puerta, a Julie le recorrió un escalofrío, y supo que algo no iba bien dentro del local.
Julie: ¡Para!
Fero dio un bote en el sitio, aunque fue imperceptible para todos, excepto para el demen, ya que a este lo llevaba sujeto. "Vaya, así que el chico se ha asustado. Me esperaba algo más para su fiereza." pensó el demen, y empezó a subestimar al dimen, error que le costaría muy caro más adelante.
A.J: ¿Qué pasa?
Kiba (el perro de A.J para los que no lo recuerden), que los había guiado mejor que el demen hasta el momento, se escondió tras las piernas de su amiga, temblando. A.J lo notó al instante, frunció el ceño y se agachó a acariciarlo.
A.J: No sé lo que hay ahí dentro, pero no me gusta.
Sarus: Algo no va bien.
Los ojos de Neru se iluminaron por un momento con un destello de inteligencia.
Neru: Que buena jugada...
Kina: ¿Has descubierto algo?
Neru: Sí.
Miró al demen, y este sonrió maliciosamente.
Demen: No me mires así, no es una trampa, vosotros me habéis pedido que os lleve hasta aquí.
Fero: ¿Qué narices pasa, Neru?
Fero empezaba a ponerse nervioso. Juny se acercó, y le puso una mano en el hombro, preocupada. El chico la miró y se tranquilizó un poco. Todo esto, hizo que el demen se confiara aún más de una debilidad que Fero realmente no poseía.
Neru: El almacén... está plagado de demens.
La noticia sentó muy mal a todos, acababan de salir de una batalla en la que habían participado muy pocos demens, y que no había sido lo que se dice fácil. Kina recordó cómo había acabado su combate, y quiso echarse de rodillas al suelo, aunque no lo hizo, por sus compañeros.
Kina: Ahí dentro... debe estar el Jefe Demen.
Otra cosa que atacó a la moral del equipo. La cabeza de Neru empezó a funcionar, una estrategia surgía en su cabeza. A.J lo notó, al mirar sus ojos negros, que brillaban con la astucia de un zorro. Se incorporó tras darle unas palmaditas en la cabeza a Kiba, con una sonrisa y la confianza recuperada. (Empieza a sonar Never Lose Myself. xDDDD)
A.J: ¡No pasa nada, chicos!
Todos la miraron menos Neru, que tenía la cabeza gacha, y, aunque parecía observar el suelo, en realidad lo que veía es lo que imaginaba, la estrategia que en su cabeza se desarrollaba. A.J siguió hablando:
A.J: No os vengáis abajo si hay muchos demens. Puede que la batalla sea dura, ¡pero eso solo nos hará más fuertes! ¡Estoy segura de que nadie va a morir ni nada por el estilo! Y, si os queda alguna cicatriz, no pasa nada, molan mucho, tehehehehe.
Juny suspiró con una sonrisa, y Julie apretó el arco en su mano. Fero enseñó los dientes con cierta superioridad, Sarus asintió con la cabeza, y Kina sacó su arma, un martillo de guerra, dispuesta a la batalla. Neru subió la cabeza, y Sarus lo miró.
Sarus: ¿Ya lo tienes?
Neru, sin decir palabra, esbozó una sonrisa, mezcla entre maliciosa y de satisfacción.
Mientras, en Dimen, el grupo de Kira avanzaba lo más sigiloso que podía, receloso a entrar ya en campamento Demen. La caída de una pequeña roca hizo a Kira reaccionar.
Kira: Todos en guardia, a la derecha.
Una sombra negra se lanzó contra Mime, quien levantó su batleth rápida como el rayo, para protegerse. La cosa, pequeña y muy rápida, dio contra el filo y desapareció antes de que Kynone pudiera dar un paso al frente. Todos formaron un círculo, protegiéndose las espaldas entre ellos, con las armas arriba. Kira se enderezó en lugar de doblarse, como sus compañeros estaban haciendo. Escuchó con más atención, aunque se lamentó por no tener a Ookami, cuyos oídos seguramente serían los más desarrollados. El demen reapareció, saltando ésta vez a la cara de Deinaru, quien acabó en el suelo. Empezó a retorcerse e intentar liberarse de su enemigo. Ninguno se atrevía a atacar, por si le daba a su amigo, pero Karu se arriesgó, y clavó sus espada cuando vio una oportunidad. Neko pegó un grito, y se tapó la cara con las manos.
Kynone: Karu... ¿Qué has hecho?
Neko miró de nuevo, con lágrimas en los ojos y las mejillas mojadas, asustada.
Karu: Atravesar al demen...
La nisana sacó su espada, Deinaru se quitó la masa negra en que había quedado convertida el demen y todos se percataron entonces: Karu por poco le atraviesa el ojo. Abrieron mucho los ojos, y Kira, antes que nadie, corrió al botiquín de primeros auxilios que llevaba Neko. Deinaru sangraba a borbotones por la ceja y parte del lado derecho de su cara. Neko, casi llorando, se quitó la mochila mientras Kira aún buscaba e hizo sentarse a Deinaru. Todos se reunieron en torno al herido.
Deinaru: ¿Qué? ¿Tan grave es?
Mime: Túmbate, y no hables.
A Deinaru empezó a desdoblársele el mundo, lo último que vio antes de desmayarse fue a las dos nisanas, y pensó entonces que, si ellas seguían vivas, aún había esperanza.
La puerta del almacén se abrió con un gran estrépito, y Kina, sonriente, saludó burlona a los demens que allí estaban, poseyendo cuerpos humanos. Sacó su arma, y la bajó hasta la cabeza de su prisionero y enemigo, con la cara amoratada e hinchada, como si le hubieran metido una cómica paliza. El golpeado sonrió, o, al menos, hizo una mueca que se asemejaba a una sonrisa.
Kina: Uno... dos... tres.
El último número sonó firme, firmando la sentencia de muerte de unos cuantos demens, que cayeron al suelo. Comenzó entonces una batalla digna de ser de una guerra. Los dimens y las nisanas atacaban sin parar, soltando mandobles, flechas, golpes y hasta patadas y puñetazos sin descanso. Aunque lo que repartían no se comparaba a lo que recibían. El demen al que le habían dado la paliza, corrió por escaleras oxidadas hasta su jefe, que miraba todo desde lo alto como un rey.
Demen: Jefe, vengo con información que tal vez le interese.
Jefe Demen: Habla.
Demen: El del pelo rubio y ojos naranjas parece mandar más que el resto, pero es debilucho, seguro que si el cae, el resto también lo hará.
Jefe Demen: ¿Podrías con él?
Demen: Con este cuerpo no, ya está magullado.
Jefe Demen: Puedes escoger otro, tenemos bastantes aún.
El Jefe Demen rio amargamente, y habría sonreído de la manera más malévola de haber tenido boca.
Demen: Antes de marcharme, quería avisarle de que los chicos tienen una estrategia, mas no la conozco.
Jefe Demen: No has de preocuparte, la superioridad numérica juega a nuestro favor.
Mientras, la batalla que los dos observaban no se estaba inclinando a favor del bien. A.J había perdido la mayoría de sus dagas, Julie, que era la que jugaba uno de los papeles más importantes en la estrategia, no había conseguido su objetivo, y las flechas se le agotaban, Juny empezaba a cansarse de canalizar su magia y a Kina le dolían los brazos de golpear. Solo Sarus y Fero estaban aún a pleno rendimiento, pero con heridas equiparables a las de sus compañeras. Neru era el único que no había hecho acto de presencia. A.J, Fero y Kina empezaron a abrirle paso a Julie, y ésta corrió hasta unas escaleras. Llegó a una plataforma elevada, desde la que empezó a lanzar flechas.
A.J, Kina y Fero: Por fin lo ha conseguido...
Julie había logrado su objetivo, llegar a un sitio alto, desde el que tuviese mejor vista de la situación y, por lo tanto, pudiese acertar a más objetivos. Pronto se le acabaron las flechas, y en ese momento, otra empezaron a llegar desde las sombras, saliendo cada una de lugares diferentes. Por fin la batalla se iba calmando: quedaban menos demens, y las flechas ilocalizables de Neru ayudaban bastante, pero las chicas ya casi no podían continuar, y los movimientos de Fero y Sarus habían empeorado. Julie se percató entonces de que aún la necesitaban, y se sintió inutil. "He desperdiciado todas mis flechas, ahora no puedo hacer nada para ayudarlos. Me siento tan inútil, aquí mirando sin moverme. Ojalá pudiera, ojalá pudiera..." Pensó desesperada Julie.
Julie: Quiero ayudar...
Brilló entonces su arco, que la chica miró. Apareció en él una nueva flecha, que cogió. Tensó la cuerda y, sin saber cómo ni por qué, disparó a Sarus, tirado en el suelo e indefenso, a punto de ser atacado por un demen.
Sarus: ¿Qué...?
La flecha brilló de un color anaranjado como el atardecer, y se extendió por el cuerpo del chico. Algo se encendió en él, se sintió cobrar fuerzas, y se movió ágilmente para esquivar al demen y después hacerle un corte en la cintura con su alabarda. Julie se dejó caer de rodillas en el suelo, respirando hondo, muy cansada.
Julie: Esto cansa muchísimo...
Yuki: Padre, Julie ha descubierto su poder.
Kelara: ¿Crees que éso es lo único que puede hacer? Te equivocas, las flechas que Julie puede crear no sirven sólo para eso.
Yuki: Tres tipos: ataque, ayuda y purificación. ¿A qué se refiere la última?
Kelara: Con ese tipo de flecha, Julie puede liberar a un humano de un demen sin herirlo, pero le conllevaría tanta energía que podría estar durmiendo por una semana entera. Además, a menos que sus deseos de salvar a la persona intacta sean muy grandes y profundos, no podrá hacerla aparecer.
Yuki: Es como si fuera descubriendo los tres tipos de flechas según sus sentimientos.
Kelara: Es ahí donde reside parte de la fuerza de las personas: en los sentimientos.
La batalla continuaba en Nisan, los demen se reducían, poco a poco, cuando hizo acto de presencia el que había dado el chivatazo al jefe y se abrió paso hasta Fero.
Demen: Hola debilucho, ¿cómo te llamabas? ¿Firo? ¿Feru?
Fero: Al menos tengo un nombre, y personas que se preocuparon en ponérmelo.
Demen: 0, Fero: 1. El dimen lanzó uno de los extremos de su kusarigama (guadaña cadena), el omori (esfera de metal de 3 o 5 cm de largo) contra el ojo del dimen, que impactó de lleno, provocándole un gran dolor, usó la parte de guadaña para herirle en el brazo, y, por último, ató el omori a un barrote, y tiró del otro lado del arma para hacer tropezar al demen. "Es más hábil de lo que yo pensaba..." Se lamentó el demen para sus adentros. Fero volvió a golpearlo con el omori, ésta vez en el estómago, y el demen no pudo hacer nada. Otros dos aparecieron para salvar a su compañero, y Fero tuvo que pelear contra ellos. El demen atacado se levantó, y golpeó a Fero a traición en la espalda. Éste cayó al suelo, respirando entrecortadamente. El demen le puso una mano en el cuello y lo hizo golpearse contra el suelo.
Demen: Si casi había temido por mi vida... que estúpido he sido, ja. En fin, voy a acabar contigo de una vez.
El demen se acercaba poco a poco a Fero, y él no podía hacer más que mirar la batalla que se desarrollaba antes sus ojos. Cuando el demen ya estuvo muy cerca de él, le clavó como pudo el filo de su kusarigama, y tras eso, también a duras penas, le golpeó con el omori en la cabeza. Su enemigo le quitó la mano del cuello y Fero se levantó, tambaleándose y tosiendo. Los dos se miraron, con odio. Y corrieron al encuentro del otro, enfurecidos. Se cruzaron y golpearon, intercambiando lugares. Fero cayó al suelo de rodillas, y el demen se desplomó. Fero tosió de nuevo, y escupió sangre. Neru lanzó una última flecha, acabando con el último de los demens. Todos los humanos reaparecieron, heridos y desmayados. Julie volvió con sus compañeros, jadeando de cansancio. Todos se reunieron en medio del almacén, heridos y agotados. Se sentaron en el suelo, respirando fuertemente.
Juny: ¿Lo hemos... conseguido?
Sarus: No... cantes victoria... Nos falta... el Jefe Demen.
Kina: Pero si ya... no podemos... más.
Neru: No os preocupéis, yo me ocuparé de él.
A.J: Pero si casi... no te quedan flechas.
Neru: Da igual, estaré bien.
A.J: Neru, no lo hagas.
Neru se sorprendió de la petición de A.J. ¿Se estaba preocupando por él? De alguna manera, empezó a ver a A.J de otra manera, comenzando a percatarse de lo que había más alla de su carácter alocado y ultrasimpático y feliz.
Jefe Demen: Ha llegado la hora... de daros el golpe final.
El Jefe Demen saltó al suelo y provocó un pequeño temblor. Se había hecho mucho más grande que antes, pero ¿por qué? Neru lo sabía, pues las personas que tenían secuestradas seguían juntas... en otro sitio. Se acercó el monstruo a ellos con pasos firmes. Levantó sus puños para aplastarlos cuando... el canto de un escudo blanco con toques dorados lo frenó. Del borde salieron unos pinchos, que se clavaron en los puños del Jefe Demen. Éste retrocedió, furioso.
Jefe Demen: ¿Quién eres? ¿Por qué cubres tu cara?
El chico misterioso, sin decir palabra, lanzó el escudo punzante contra su enemigo, y lo hirió. Desapareció sin dejar rastro, y Kina los levantó a todos antes de que el demen pudiera recuperarse. Lo hirieron de nuevo, y volvió a ser todos los humanos a los que controlaba a la vez.
Juny: ¿Qué hacemos con todas estas personas? No nos daría tiempo a sacarlas. Aunque tampoco podemos dejarlas aquí heridas.
A.J: ¿Llamamos a la policía?
Julie: Podríamos marcharnos antes de que nos vieran, y no haría falta dar excusas.
Kina: ¿Qué es eso de "politía"?
Juny: Policía.
Sarus: ¿Qué es?
Juny: Ahora os lo explicaremos...
Llamaron al número de emergencias, y se marcharon antes de que fueran los agentes. Una vez en casa de Julie, se curaron las heridas, comieron mucho para recuperar energías, y durmieron tan profundamente que los ronquidos de unos no molestaron a los otros. A ninguno de ellos les quedaría una cicatriz, como A.J había dicho, pero tal vez a los del otro mundo sí...
Deinaru abrió los ojos, mareado, y los volvió a cerrar. Se levantó, y la vista empezó a aclarársele. Lo que vió le sorprendió tanto, que tuvo que darse una bofetada en la cara. Se levantó de sopetón, pero eso sólo lo mareó más. La venda que llevaba en la cabeza y que casi le tapaba el ojo se manchó de sangre, pero no podía importarle menos en ese momento. El cielo estaba muy oscuro, las nubes formaban círculos en torno a un punto concreto, como si se hubiese formado un cúmulo de nubes y luego un rayo o algo parecido le hubiese abierto un agujero. El lugar sólo estaba iluminado por las oscuras luces típicas de una tormenta. Deinaru se tomó unos minutos para asimilar lo que estaba viendo. Corrió hacia Neko, mientras aún miraba a su alrededor. Sus compañeros habían... caído. Todos tirados en el suelo, heridos, desarmados, o sin fuerzas para coger las armas. Ninguno estaba consciente. Se agachó y puso la cabeza de Neko en sus rodillas. La miró: tenía cortes por toda la cara, magulladuras y sangraba del brazo izquierdo. Vio un pequeño tapón en su mano izquierda y dedujo que había estado usando el líquido que le dio Kelara. Pero no tenía la botella. Se le aceleró el corazón al pensar que los demens se la pudieran haber llevado. Nadie sabía qué hacía el líquido, ¿para qué la usarían ellos? Un segundo después de haberse hecho la pregunta, se percató de que no era lo único que faltaba. Había otra cosa más que echaba en falta: Mime y los temis.
Como yo también quería hacer algo más que escribir en el fic, le he asignado un arma a cada uno, y así podemos aclararnos más con las peleas.
Mime: Batleth, de tamaño considerable.
Kina: Martillo de guerra, de madera y mango largo.
Sarus: Alabarda, también de mango largo.
Kira: Espada espartana
Neru: Ballesta
Kynone: Lanza
Deinaru: Claymore (espada escocesa)
Fero: Kusarigama (no sé qué tiene que ver Fero con los japoneses, pero no se me ocurría otro arma.)
¡Disfrutad del capítulo!
2 comentarios:
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaa ^^ Me puse a escuchar Never Lose Myself en ese momento xDDD KHI IFFIBRIB CHTIBFRK *-* QUE SE CARGAN A MI MANITO MAYÓ!!! (Yuno) Jaja, que se fastidie el demen aquel por idiota, ¿quién va a subestimar a Fero? Solo él... JOD*T*, POR BAKA!!!! Yo quería cicatrices! xDDDD Neruuuuuuuu >//////////< IIIIIIIII!!!! (Feel Like Isa xDDD) ¿¿¿QUÉ HA PASADO??? ¿¿¿DÓNDE ESTÁN MIME Y LOS TEMIS??? NUN Neko-nee, me he emocionado xDDD
Venga va y ahora mi corazón debería tranquilizarse un poco (respiro hondo) Bien ya estoy mas tranquila... y una mi**** sigo emocionadisima *_* Este cap es increíble! *_* Se me ha hecho muy cortito pero emocionante! Se te dan muy bien las peleas y lo de ponerle a cada uno una arma a mi no se me hubieran ocurrido tantas armas xD Mi poder *_* Que han secuestrado a Mime y a los temis O.O la pelea en Dimen ha sido dura...
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